A nadie le resulta desconocido a día de hoy el fenómeno de Airbnb. Una página web que ofrece un turismo alternativo donde el alojamiento se realiza en casas de particulares.

Esta página ha conseguido tantos detractores como amantes. Y sobre todo lo ha hecho en la ciudad condal de Barcelona. A día de hoy Barcelona cuenta con más de ocho millones de turistas al año que, según algunos catalanes “les han robado la cuidad”. Y muchos de estos turistas utilizan para su alojamiento los pisos promocionados en la web de Airbnb.

¿Por que es tan criticado el fenómeno de Airbnb?

El fenómeno de Airbnb en Barcelona es sin duda uno de los más criticados por los propios ciudadanos que se quejan de la imposibilidad de transitar las zonas más céntricas de la capital. Según ellos el número de turistas es tan elevado que ni siquiera se puede avanzar cerca de zonas tan turísticas como la Sagrada Familia, el parque Güell o Las Ramblas.

Mientras que unos se han convertido en detractores de este sistema alternativo de viaje otros son acérrimos defensores, pues les ha ofrecido la oportunidad de volver a encontrar empleo bien remunerado en un mundo en crisis.

Sin embargo, los que se muestran contrarios a este sistema parecen ser mayoría en Barcelona debido al gran colapso que provocan. Según los datos estadísticos desde 2012 el número de alojamientos túristicos de tipo ocasional para visitantes se ha disparado en un 1633 por ciento dentro de Barcelona. Sobre todo en barrios como Gràcia.

El fenómeno de Airbnb en Barcelona y el ayuntamiento de Ada Colau

Las múltiples quejas de los vecinos, que en ciertas zonas se han visto completamente invadidos por los turistas, han llevado al ayuntamiento de Ada Colau a plantar cara a Airbnb con una multa de 600.000 euros. De esta manera Barcelona se convirtió en la primera ciudad del mundo que penalizó con una multa tan elevada a esta página web.

Además, ante la oleada de turistas que invaden la capital catalana, el ayuntamiento también ha creado un escuadrón que se encarga de vigilar que estos pisos turísticos dispongan de las licencias oportunas para este tipo de actividad.

Este escuadrón, coordinado por Silvia Arrue cuenta con un equipo dedicado durante ocho horas al día a controlar este sistema de turismo. Este equipo de visualizadores nació como parte de la Unidad de Agentes Cívicos de la ciudad. Ante los buenos resultados se decidió que se dedicaran de manera exclusiva a esta actividad.

Estos trabajadores recorren la ciudad condal armados con sus smartphones, mapas de la ciudad y datos de las licencias en curso.

Su forma de trabajar consiste en:

  • Hacer una criba sobre los apartamentos que han solicitado una licencia turística municipal y revisar si todo está en orden en la dirección física. Aquellos apartamentos que operan sin una licencia turística pueden llegar a recibir una multa de entre 30.000 y 60.000 €.
  • Acudir a los lugares donde los vecinos afectados han puesto quejas para que se revisen esos pisos con la intención de regularlos.
  • Localizar los pisos ofertados en plataformas como Airbnb, Nine Flats, Homeway o en Inmobiliaria Punto Barcelona.

La intención de estas actividades es regular el turismo tan desproporcionado que han producido páginas como Airbnb. Por su parte, el Ayuntamiento dice hacer todo lo posible para que Airbnb exija a sus anunciantes las licencias turísticas obligatorias para operar en Barcelona. Sin embargo, según el equipo de Colau, Aribnb no colabora.

Hoy en día Barcelona ha puesto en marcha un nuevo plan urbanístico, el PEUAT, que divide la ciudad en cuatro grandes áreas en función de la presión turística que se ejerce sobre ellas. En las zonas más afectadas por el turismo las medidas tomadas por el Ayuntamiento son claras: no conceder más licencias ni renovar las que se dan de baja.

En el resto de las zonas donde las licencias se siguen ofreciendo, el Ayuntamiento hace todo lo posible para que la proporción de turistas nunca supere la de residentes.

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